Los diastemas dentales o dientes separados son esos pequeños o grandes espacios que a veces se forman entre los dientes, más comúnmente entre los dos incisivos superiores. Aunque muchas personas los asocian únicamente con una cuestión estética, lo cierto es que los diastemas pueden tener varias causas y no siempre necesitan tratamiento.
El término diastema se refiere a cualquier espacio o separación anormal entre dos dientes adyacentes. Aunque puede darse en cualquier parte de la boca, pese a que la zona más frecuente es entre los incisivos centrales superiores.
A este espacio se le suele llamar coloquialmente paleta separada. No siempre son algo preocupante desde un punto de vista médico, aunque para muchas personas pueden suponer una inquietud estética.
Causas de los diastemas dentales o dientes separados
Los diastemas dentales pueden aparecer por diferentes motivos, y entender su origen es fundamental para determinar si requieren tratamiento o no. A continuación, repasamos las causas más comunes para que puedas identificar mejor qué puede estar provocando tu diastema.
Factores genéticos y hereditarios
La genética juega un papel importante en la formación de los diastemas dentales. Si tienes familiares con diastemas, es probable que tú también los desarrolles. Esto suele estar relacionado con el tamaño de los dientes en proporción al tamaño del arco dental. Si tus dientes son más pequeños en comparación con el espacio disponible en la mandíbula, es más probable que se formen estos espacios entre ellos.
Además, algunas personas nacen con un frenillo labial superior más grueso o bajo de lo normal, lo que puede causar que los incisivos superiores se separen. Este es un rasgo genético que también puede pasarse de generación en generación.
Tamaño de los dientes y del arco dental
Otra causa muy común de los diastemas dentales es la desproporción entre el tamaño de los dientes y el arco dental. Cuando los dientes son demasiado pequeños para el espacio disponible en la mandíbula, tienden a separarse, creando huecos entre ellos.
Por el contrario, si los dientes son grandes y el arco dental es pequeño, se pueden producir problemas de alineación, aunque esto rara vez resulta en diastemas.
En estos casos, es esencial una evaluación por parte de un profesional para determinar si el espacio entre los dientes es algo que se mantendrá con el tiempo o si podría empeorar con el desarrollo.
Hábitos orales (chuparse el dedo, empuje lingual)
Algunos hábitos orales que se desarrollan durante la infancia pueden tener un impacto significativo en la formación de diastemas dentales.
Chuparse el dedo, por ejemplo, puede ejercer una presión constante sobre los dientes frontales, empujándolos hacia delante y creando un espacio entre ellos. Del mismo modo, el empuje lingual, que ocurre cuando la lengua presiona de manera incorrecta contra los dientes al tragar o hablar, puede causar un desplazamiento similar.
Estos hábitos, si no se corrigen a tiempo, pueden perpetuar los diastemas en la vida adulta, haciendo necesario algún tipo de intervención, ya sea ortodóntica o correctiva.
Enfermedades periodontales y pérdida de hueso
Aunque los diastemas dentales suelen asociarse a la genética o a hábitos orales, las enfermedades periodontales también pueden ser una causa importante, especialmente en adultos.
Las encías enfermas y la pérdida de hueso alrededor de los dientes pueden hacer que estos se aflojen y se separen, creando espacios visibles.
En casos avanzados de periodontitis, la pérdida de hueso y la inflamación de las encías pueden hacer que los dientes se desplacen significativamente, lo que no solo provoca diastemas, sino también problemas más graves relacionados con la estabilidad de los dientes.
Tipos de diastemas dentales
Los diastemas dentales no son todos iguales, y pueden variar tanto en su origen como en su apariencia. Dependiendo de la edad, el tamaño de los dientes y las causas que los generan, los diastemas pueden clasificarse en diferentes tipos.
Estos son los tipos más comunes de diastemas dentales para que puedas identificar mejor cuál es tu caso.
Diastemas en niños
Los diastemas son comunes durante el cambio de dientes de leche a permanentes y suelen cerrarse solos con el tiempo. Si persisten tras la erupción de los dientes definitivos, podría haber un problema estructural que necesite intervención.
Diastemas en adultos
En adultos, los diastemas suelen ser estables y pueden estar causados por factores genéticos o problemas periodontales. Algunos optan por mantenerlos, mientras que otros eligen tratarlos por razones estéticas o funcionales.
Diastemas entre incisivos superiores
Este espacio visible entre los incisivos superiores se debe a menudo a un frenillo labial grande o problemas de mordida. Es el más estético y puede corregirse fácilmente con ortodoncia o carillas.
Tratamientos para los diastemas dentales
Cuando se trata de corregir los diastemas dentales, existen varias opciones dependiendo de las causas y de la preferencia de la persona.
Algunos tratamientos son más conservadores, mientras que otros están enfocados en mejorar tanto la estética como la funcionalidad de la mordida. Es importante elegir el tratamiento que mejor se adapte a cada caso, teniendo en cuenta tanto los resultados deseados como el estado general de la salud bucal.
Ortodoncia: brackets y alineadores invisibles
Una de las soluciones más comunes y efectivas para cerrar los diastemas dentales es el uso de ortodoncia. Los brackets tradicionales o los alineadores invisibles, como Invisalign, pueden mover los dientes progresivamente hasta cerrar los espacios entre ellos.
La ortodoncia es especialmente útil si el diastema se debe a una mala alineación general de los dientes o si el espacio es considerable.
Con los alineadores invisibles, muchas personas encuentran una opción más estética y cómoda, ya que estos dispositivos son prácticamente imperceptibles y se pueden retirar para comer o lavarse los dientes.
Este tipo de tratamiento es una excelente opción para quienes buscan corregir los diastemas dentales sin comprometer su apariencia durante el proceso.
Tratamientos cosméticos: carillas y resinas compuestas
Si el objetivo principal es mejorar la apariencia de los dientes sin recurrir a un tratamiento ortodóntico prolongado, las carillas o la resina compuesta son una opción rápida y eficaz.
Las carillas, que son finas láminas de porcelana o composite que se colocan sobre los dientes, pueden cerrar los diastemas dentales al instante. Además, ofrecen la ventaja de mejorar no solo la forma y el tamaño de los dientes, sino también su color.
La resina compuesta, por otro lado, es una opción más asequible y menos invasiva. Consiste en aplicar una resina del mismo color del diente sobre la superficie para cerrar el espacio de manera inmediata.
Aunque la resina no es tan duradera como las carillas de porcelana, sigue siendo una buena opción para aquellos que buscan una solución más económica y rápida.
Frenectomía: corrección del frenillo labial superior
En algunos casos, especialmente cuando el diastema dental entre los incisivos superiores está causado por un frenillo labial demasiado grande, puede ser necesario realizar una frenectomía. Este procedimiento consiste en cortar el frenillo para permitir que los dientes se acerquen entre sí de manera natural.
Aunque es un procedimiento relativamente sencillo, puede ser el paso clave para cerrar el diastema de forma permanente.
La frenectomía suele combinarse con otros tratamientos, como la ortodoncia, para asegurarse de que el espacio no vuelva a abrirse una vez que se ha corregido.
Otras intervenciones quirúrgicas para casos complejos
En situaciones más complejas, como cuando los diastemas dentales están relacionados con problemas en el hueso o la mordida, puede ser necesario recurrir a intervenciones quirúrgicas más avanzadas.
En estos casos, un cirujano maxilofacial podría ser quien evalúe el mejor enfoque, ya sea para corregir la estructura ósea o para realizar ajustes en la posición de los dientes y las encías.
Aunque estas intervenciones suelen reservarse para casos más graves, a veces son necesarias para lograr una solución definitiva y estable a largo plazo.