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Mordida cruzada: anterior y posterior explicadas a fondo
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Mordida cruzada: anterior y posterior explicadas a fondo

Tiempo de lectura: 9 minutos

La mordida cruzada es uno de esos problemas dentales que, aunque suenan complicados, son más habituales de lo que parece. En pocas palabras, ocurre cuando los dientes de arriba no encajan bien con los de abajo al cerrar la boca. En una mordida normal, los dientes superiores deben quedar un poco por delante de los inferiores. 

Pero si hay mordida cruzada, esa posición se invierte en parte o por completo, y eso puede afectar tanto a la forma de masticar como a la estética de la sonrisa e incluso a la salud de la mandíbula.

Lo más curioso es que muchas veces pasa desapercibida, porque al principio no suele doler ni causar molestias. Sin embargo, con el paso del tiempo puede generar problemas más serios si no se corrige. Por eso conviene saber en qué consiste exactamente, por qué aparece y cómo detectarla a tiempo.

Qué significa tener una mordida cruzada

Tener una mordida cruzada significa que uno o varios dientes de la parte superior muerden por dentro de los inferiores. Este cruce anormal puede darse en la zona frontal, en los laterales o afectar a toda la boca. Dicho de otra forma, el maxilar y la mandíbula no encajan como deberían, lo que altera tanto la función como la apariencia.

Además de afectar a la posición de los dientes, este problema puede cambiar la forma en la que se mastica, se habla o incluso la simetría del rostro. En los niños, es especialmente importante detectarla a tiempo, porque puede influir en cómo se desarrollan los huesos faciales.

En qué se diferencia de otras maloclusiones

La mordida cruzada a veces se confunde con otros tipos de maloclusiones, pero tiene sus propias características:

  • En la mordida abierta, los dientes superiores e inferiores no llegan a tocarse al cerrar la boca.
  • En el prognatismo, la mandíbula inferior está más adelantada de lo normal.
  • En cambio, en la mordida cruzada, lo que ocurre es un cruce entre los dientes de ambas arcadas, ya sea en una zona concreta o en toda la boca.

Por qué aparece la mordida cruzada

La mordida cruzada puede deberse a varios motivos, y en muchos casos es la combinación de varios factores: genéticos, funcionales o relacionados con los hábitos.

Factores genéticos

Hay personas que heredan una estructura maxilar o mandibular que favorece este tipo de mordidas. Si uno o ambos padres la han tenido, es bastante probable que los hijos también la desarrollen. Esta herencia puede afectar al tamaño o a la forma de los huesos, lo que acaba generando un mal encaje.

Hábitos y factores funcionales

En otros casos, la mordida cruzada aparece por costumbres que se mantienen durante la infancia y pueden alterar el desarrollo de los maxilares y la posición de los dientes, como:

  • Chupar el dedo o usar chupete durante demasiado tiempo.
  • Respirar por la boca en lugar de por la nariz.
  • Colocar mal la lengua al tragar o hablar.
  • Masticar siempre por el mismo lado.

Crecimiento óseo desigual

Cuando el maxilar superior no crece lo suficiente o la mandíbula inferior se desarrolla más de lo normal, se pierde la alineación natural de la mordida. Este tipo de mordida cruzada suele ser más estructural y, en muchos casos, necesita tratamientos más complejos, como expansores, disyuntores ortodóncicos e incluso cirugía en adultos.

Cuándo puede aparecer

La mordida cruzada puede presentarse desde que salen los primeros dientes o desarrollarse más adelante.

  • En los niños, suele deberse a un crecimiento desigual o a malos hábitos orales y es fundamental tratarla cuanto antes.
  • En los adultos, a veces surge porque no se corrigió en su momento o por desplazamientos dentales con los años, por ejemplo, tras perder una pieza dental o por movimientos naturales de los dientes.

Por qué conviene tratarla cuanto antes

Dejar una mordida cruzada sin corregir no solo afecta a la estética de la sonrisa, sino también a la salud bucal. Puede provocar:

  • Desgaste prematuro de los dientes.
  • Dolor en la articulación de la mandíbula (ATM).
  • Asimetrías faciales.
  • Dificultad para masticar o hablar correctamente.
  • Mayor riesgo de caries y problemas en las encías.

Cómo saber si tienes mordida cruzada

Detectar una mordida cruzada no siempre es sencillo, sobre todo cuando no causa molestias evidentes. Muchas personas la tienen sin darse cuenta, hasta que aparecen signos como el desgaste de los dientes, molestias en la mandíbula o dificultad para masticar. 

Sin embargo, hay ciertas señales que pueden ayudarte a identificarla antes de que se convierta en un problema mayor. Cuanto antes se detecte, más fácil será corregirla, especialmente en los niños.

Señales que pueden indicar que tienes una mordida cruzada

Hay varios indicios que pueden hacerte sospechar que tu mordida no encaja bien. Algunos son visibles, otros se notan más en la forma de masticar o en pequeñas molestias del día a día.

Los dientes no encajan como deberían

La señal más clara es que los dientes superiores no quedan ligeramente por delante de los inferiores al cerrar la boca, como sería lo normal. Si al hacerlo notas que algunos dientes de arriba muerden por dentro de los de abajo, es probable que tengas una mordida cruzada. A veces ocurre solo en un lado, otras en toda la boca.

La mandíbula se desplaza o parece torcida

Si al cerrar la boca notas que la mandíbula se mueve hacia un lado, o que el mentón no está alineado con el centro de la cara, también puede deberse a una mordida cruzada. En esos casos, la mandíbula se adapta para poder morder bien, pero con el tiempo eso puede causar tensión muscular o una ligera asimetría facial.

Desgaste o pequeñas roturas en los dientes

Cuando los dientes no encajan correctamente, algunos soportan más presión que otros. Con el paso del tiempo, eso puede provocar desgaste, sensibilidad o incluso pequeñas fracturas. Si te pasa algo así, podría ser una señal de mordida cruzada.

Dolor o chasquidos en la mandíbula

Otro signo típico son los ruidos o chasquidos al abrir o cerrar la boca. En muchos casos, se deben a una alteración en la articulación temporomandibular (ATM). Si además notas rigidez o dolor al masticar, lo mejor es consultar a un especialista, ya que podría estar relacionado con una mordida cruzada.

Problemas al masticar o hablar

Una mordida cruzada puede dificultar la masticación, haciendo que mastiques siempre por un lado o que ciertos alimentos te resulten incómodos de romper. En los niños, además, puede afectar a la pronunciación o al modo de tragar.

Cómo puedes comprobarlo tú mismo frente al espejo

Aunque el diagnóstico siempre debe hacerlo un ortodoncista, puedes observar algunos detalles en casa que te orienten:

  • Ponte frente a un espejo, relaja la mandíbula y cierra la boca despacio.
  • Comprueba si los dientes de arriba cubren ligeramente a los de abajo. Si ves que alguno muerde por dentro, puede haber mordida cruzada.
  • Fíjate si el mentón o la línea de los dientes está desviada.
  • Nota si los dientes encajan con dificultad o si sientes que tienes que mover la mandíbula para cerrar bien.

Si identificas alguna de estas señales, lo más recomendable es acudir a una revisión. Cuanto antes se confirme, más sencilla será la solución.

Por qué es importante que lo valore un ortodoncista

Aunque puedas sospecharlo, solo un especialista puede confirmar si hay una mordida cruzada y de qué tipo se trata. En la consulta, el ortodoncista hace un estudio completo que suele incluir:

  • Una evaluación visual de cómo encajan los dientes.
  • Un escaneado con un escáner digital o una toma de modelos para analizar la mordida.
  • Radiografías o imágenes en 3D para ver cómo se relacionan el maxilar y la mandíbula.

Con toda esa información, el especialista puede planificar el tratamiento más adecuado para tu caso.

Qué pasa si no se corrige a tiempo

Ignorar una mordida cruzada puede parecer algo sin importancia al principio, pero con el tiempo puede generar problemas más serios, como:

  • Desgaste excesivo de los dientes.
  • Dolor o bloqueo de la mandíbula.
  • Asimetrías en el rostro.
  • Dificultad para masticar correctamente.
  • Problemas de encías y movilidad dental.

Actuar a tiempo siempre es la mejor opción. En los niños, la mordida cruzada se corrige con tratamientos más simples y rápidos. En adultos también puede tratarse con ortodoncia moderna, aunque suele requerir algo más de tiempo.

Tipos de mordida cruzada: anterior, posterior y anterior

No todas las mordidas cruzadas son iguales. De hecho, pueden presentarse de distintas formas según la zona de la boca donde se produzca el cruce entre los dientes superiores e inferiores. Conocer los diferentes tipos ayuda a entender mejor qué está pasando, por qué ocurre y qué tipo de tratamiento puede ser el más adecuado.

Mordida cruzada anterior

La mordida cruzada anterior aparece cuando los dientes delanteros de arriba muerden por detrás de los inferiores. Lo normal es que los superiores queden un poco por delante, pero en este caso ocurre justo al revés.

Suele deberse a diferentes causas, como:

  • Un crecimiento excesivo de la mandíbula inferior.
  • Un desarrollo insuficiente del maxilar superior.
  • Hábitos como empujar los dientes con la lengua o morder objetos con frecuencia.

Este tipo de mordida cruzada no solo afecta a la estética, sino también a la función. Puede hacer que los dientes se desgasten más rápido, dificultar el corte de los alimentos o provocar molestias en la articulación mandibular. 

En niños, si no se corrige a tiempo, puede alterar el crecimiento del hueso y la posición del mentón. 

Mordida cruzada posterior

La mordida cruzada posterior se da cuando los dientes de la parte trasera (molares o premolares) de la arcada superior muerden por dentro de los inferiores. En otras palabras, el cruce ocurre en los laterales de la boca, lo que hace que los dientes no encajan como deberían.

Puede afectar a un solo lado (mordida cruzada unilateral) o a ambos (bilateral). Cuando es unilateral, suele provocar que la mandíbula se desvíe hacia ese lado, generando tensión muscular o asimetrías en el rostro.

Entre las causas más comunes de la mordida cruzada posterior están:

  • El poco desarrollo del maxilar superior.
  • El uso prolongado del chupete o la succión del dedo durante la infancia.
  • La respiración bucal mantenida con el tiempo.
  • Posiciones dentales incorrectas por extracciones o tratamientos mal finalizados.

Si no se trata, la mordida cruzada posterior puede causar un desequilibrio funcional, desgaste dental, sobrecarga mandibular y dolores articulares.

Mordida cruzada interior (también llamada lingual)

La mordida cruzada interior es menos conocida, pero también bastante común. En este caso, los dientes superiores muerden por dentro de los inferiores, tanto en la zona delantera como en los laterales. Es un tipo de mordida en la que el borde interno de los dientes superiores queda hacia dentro de la arcada inferior, alterando la mordida normal.

Entre las causas más frecuentes están los problemas de crecimiento óseo o los hábitos orales, como empujar los dientes con la lengua o mantener una postura incorrecta de la boca.

Las consecuencias más habituales de la mordida cruzada anterior son:

  • Desgaste irregular en los dientes.
  • Cambios en la posición de la lengua al hablar o tragar.
  • Presión desigual al masticar.
  • Molestias o chasquidos en la mandíbula.

Mordida cruzada unilateral y bilateral

Además de clasificarse por zonas, la mordida cruzada también puede ser unilateral o bilateral.

  • En la mordida cruzada unilateral, el problema se presenta solo en un lado de la boca, lo que suele provocar desviación de la mandíbula hacia ese lado y una masticación desigual.
  • En la mordida cruzada bilateral, el cruce se da en ambos lados, afectando de forma más general a la simetría del rostro y a la función de la mordida.

Ambas requieren tratamiento ortodóncico y equipos dentales, aunque la estrategia dependerá de la edad del paciente y de cómo esté afectada la estructura ósea.

Cómo distinguir los distintos tipos de mordida cruzada

A la hora de diferenciar una mordida cruzada de otra, conviene fijarse en tres aspectos:

  • La zona afectada: si el cruce ocurre en los dientes delanteros, es una mordida cruzada anterior; si ocurre en los laterales o muelas, se trata de una mordida cruzada posterior.
  • El lado de la boca: si afecta a un solo lado, es unilateral; si se da en ambos, es bilateral.
  • La dirección del cruce: si los dientes superiores muerden hacia el interior de los inferiores, se considera una mordida cruzada interior.

Cada tipo tiene un impacto distinto en la mordida, la articulación y la armonía facial, por lo que es importante que el diagnóstico lo realice un ortodoncista.

Por qué conviene saber qué tipo de mordida cruzada tienes

Identificar el tipo de mordida cruzada no es un simple detalle: es lo que marca la diferencia entre un tratamiento rápido y uno más complejo. No es lo mismo una mordida cruzada posterior leve que una mordida cruzada anterior que afecte a toda la arcada. 

Cada caso necesita un enfoque diferente, ya sea ortodoncia interceptiva, brackets o incluso cirugía ortognática en situaciones más severas.

Saber si se trata de una mordida cruzada anterior, posterior o anterior permite actuar a tiempo y evitar consecuencias mayores. Detectarla pronto es clave para corregir la mordida, mejorar la estética y mantener la salud de la mandíbula a largo plazo.

Conclusiones sobre la mordida cruzada

En Suministros Dentales Antón, como almacén especializado en aparatología  equipos dentales, entendemos que la mordida cruzada va mucho más allá de un simple problema estético. Detrás de esta alteración hay un desajuste en la forma en que encajan los dientes y la mandíbula, lo que puede afectar a la masticación, al equilibrio facial e incluso a la articulación temporomandibular si no se trata a tiempo.

A lo largo del artículo hemos visto que existen distintos tipos de mordida cruzada, anterior, posterior e interior, y que cada uno presenta características y consecuencias diferentes. Por eso, la detección temprana es fundamental. Cuanto antes se identifique el problema, más fácil será corregirlo con tratamientos personalizados y menos invasivos.

En el día a día de la gestión de una clínica dental, contar con las herramientas adecuadas es clave para abordar con éxito cualquier tipo de mordida cruzada. 

Disponer de aparatos de expansión, sistemas de ortodoncia avanzados, materiales de impresión de alta precisión y equipos de diagnóstico y tecnologías dentales digitales permite a los profesionales trabajar con mayor exactitud y ofrecer resultados más cómodos y predecibles para el paciente.

En Suministros Dentales Antón colaboramos con clínicas y ortodoncistas para que puedan ofrecer un servicio de calidad en cada tratamiento. Nuestro objetivo es facilitarles todo el material necesario para que el diagnóstico y la corrección de una mordida cruzada sean eficaces, seguras y duraderas.

Con una detección precoz y los recursos adecuados, la mordida cruzada puede corregirse con excelentes resultados tanto funcionales como estéticos. En definitiva, cada caso es una oportunidad para mejorar la salud bucodental del paciente y reforzar la confianza en la labor profesional del odontólogo.

Si tu clínica necesita asesoramiento o busca materiales específicos para tratamientos de ortodoncia y corrección de mordida, en Suministros Dentales Antón estamos aquí para ayudarte. Nuestro equipo te orientará para encontrar las soluciones más completas y eficaces para tu práctica diaria.

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