La pericoronaritis aparece cuando la encía que rodea a una muela que no ha terminado de salir se inflama e infecta. Lo habitual es que ocurra con las muelas del juicio, ya que muchas veces no tienen espacio suficiente para erupcionar bien.
Esto provoca que una parte de la muela quede cubierta por la encía, creando un hueco perfecto donde se acumulan bacterias y restos de comida.
¿Por qué sale la pericoronaritis?
Saber por qué ocurre la pericoronaritis ayuda a entender cómo prevenirla y qué hacer si aparece. Estos son los principales motivos.
Retención de las muelas del juicio
La causa más común de la pericoronaritis es la erupción incompleta de las muelas del juicio. Cuando no terminan de salir, la encía que queda encima forma como una “bolsa” difícil de limpiar. Esa zona se convierte en un sitio ideal para que se acumulen restos y, con ellos, la infección.
Acumulación de placa y restos de comida
Aunque se tenga una buena rutina de cepillado, llegar hasta una muela del juicio a medio salir es complicado. Los restos de comida suelen quedar atrapados y, al no poder eliminarse bien, las bacterias crecen con rapidez. Esa acumulación es uno de los desencadenantes más habituales de la pericoronaritis.
Factores de riesgo que favorecen la pericoronaritis
Higiene oral complicada
Incluso con una higiene correcta, la zona donde aparece la pericoronaritis es de las más difíciles de limpiar. Si a eso se suma un cepillado rápido o sin uso de hilo dental y colutorio, el riesgo de infección aumenta todavía más.
Edad y erupción de las muelas
La pericoronaritis suele darse en jóvenes de entre 17 y 25 años, justo cuando las muelas del juicio empiezan a salir. En esa etapa, es frecuente que no haya suficiente espacio en la boca, lo que facilita la inflamación.
Posición de las muelas
Cuando las muelas del juicio crecen torcidas o en una mala posición, la encía se inflama y queda atrapada entre la muela y el diente de al lado. Eso dificulta aún más la limpieza y provoca molestias que favorecen la pericoronaritis.
Otros factores que pueden influir en la aparición de la pericoronaritis
Además de las causas principales, hay situaciones que aumentan las probabilidades de tener pericoronaritis:
- Bajas defensas o periodos de estrés, que dejan vía libre a las bacterias.
- Fumar, ya que ralentiza la cicatrización de las encías.
- Cambios hormonales, por ejemplo durante el embarazo, que pueden hacer que la encía se inflame con más facilidad.
Síntomas de la pericoronaritis
La pericoronaritis suele dar la cara con molestias que al principio parecen leves, pero que pueden ir a más si no se tratan a tiempo. Saber identificar los síntomas es importante para pedir cita con el dentista cuanto antes y evitar complicaciones. Aunque cada persona lo nota de forma distinta, hay señales bastante comunes que ayudan a reconocer este problema.
Dolor e inflamación en la encía
Lo más habitual cuando aparece una pericoronaritis es sentir dolor en la zona de la muela del juicio. La encía se inflama, se enrojece y se vuelve muy sensible. Ese malestar suele empeorar al masticar o al cepillarse, lo que hace que muchas veces se evite limpiar bien la zona, agravando todavía más la infección.
Dificultad para abrir la boca y masticar
Cuando la inflamación avanza, la pericoronaritis puede dificultar abrir la boca con normalidad. Este problema, conocido como trismo, complica tareas tan cotidianas como hablar, comer alimentos más duros o incluso bostezar sin notar dolor.
Mal aliento y sabor desagradable
La acumulación de bacterias en la encía inflamada provoca mal aliento que no desaparece con un simple cepillado. Muchas personas también notan un sabor desagradable en la boca, que suele estar relacionado con la supuración de la zona afectada.
Síntomas generales que pueden aparecer
En algunos casos, la pericoronaritis no se queda solo en la encía y acaba provocando síntomas más generales, como:
- Fiebre ligera o moderada.
- Inflamación de los ganglios del cuello.
- Dolor que se irradia hacia la mandíbula, el oído o incluso la garganta.
Cuándo hay que acudir de inmediato al dentista
No todas las molestias en las muelas del juicio son graves, pero en el caso de la pericoronaritis conviene estar atento a ciertos signos de alarma:
- Dolor muy intenso que no mejora con los analgésicos habituales.
- Hinchazón visible en la cara o en la mandíbula.
- Dificultad para tragar o respirar.
- Fiebre alta o sensación general de malestar.
Reconocer estos síntomas de la pericoronaritis a tiempo y acudir al dentista puede marcar la diferencia entre un problema fácil de controlar y una infección que se complica.
Cómo se diagnostica la pericoronaritis
Para tratar bien una pericoronaritis lo primero es tener un diagnóstico claro. Los síntomas pueden confundirse con otros problemas dentales, por eso la valoración de un dentista es imprescindible.
Normalmente, se combina una exploración en consulta con el uso de sillones dentales ergonómicos y pruebas de imagen que permiten confirmar si realmente se trata de una pericoronaritis y hasta qué punto está afectando a la muela del juicio y a la encía.
Exploración clínica en consulta
El primer paso es revisar de cerca la zona inflamada. Durante la exploración, el dentista comprueba si hay signos evidentes de pericoronaritis, como:
- Encía enrojecida, inflamada o con pus.
- Dolor al tocar el área afectada.
- Dificultad para abrir la boca con normalidad.
- Restos de comida atrapados bajo la encía.
Además, se tienen en cuenta otros síntomas que acompañan a la pericoronaritis, como fiebre o ganglios inflamados, ya que dan pistas sobre la gravedad de la infección.
Pruebas radiográficas
Para completar la revisión, lo más habitual es hacer una radiografía panorámica con equipos de rayos x dentales. Esta prueba muestra con claridad la posición de la muela del juicio y permite confirmar si está retenida, si crece inclinada o si está presionando a otros dientes.
Gracias a la radiografía también se puede:
- Ver si la muela del juicio tiene espacio suficiente para salir.
- Detectar si hay contacto con el nervio dentario inferior.
- Evaluar posibles daños en dientes cercanos.
Diferencias con otras infecciones dentales
La pericoronaritis puede confundirse con otros problemas como un absceso en la encía o una pulpitis. La clave para distinguirla es que siempre afecta a una muela del juicio en erupción parcial y aparece ese pliegue de encía inflamado que la caracteriza.
Por qué es importante un diagnóstico temprano
Cuanto antes se detecta la pericoronaritis, más fácil es tratarla y evitar complicaciones. Si se actúa en las primeras fases, normalmente basta con una limpieza profesional y medicación, mientras que en casos avanzados puede ser necesaria la extracción de la muela.
Pericoronaritis: tratamiento paso a paso
Cuando aparece una pericoronaritis, el tratamiento depende de lo avanzada que esté la infección y de cómo se encuentre la muela del juicio. No hay una única solución para todo el mundo: en algunos casos basta con controlar la inflamación y limpiar bien la zona, mientras que en otros la única salida es extraer la muela.
Lo importante es que el dentista decida el mejor plan para eliminar la infección, aliviar el dolor y evitar que vuelva a repetirse.
Limpieza profesional de la zona
Lo primero que suele hacerse en la consulta es una limpieza profunda alrededor de la muela afectada. El dentista retira los restos de comida y la placa bacteriana que quedan atrapados bajo la encía. Muchas veces también se aplica un enjuague con soluciones antisépticas para desinfectar bien el área y reducir las bacterias.
Enjuagues y colutorios antisépticos
Después de la limpieza, lo habitual es continuar en casa con enjuagues que ayuden a mantener la zona desinfectada. Los más utilizados son los que llevan clorhexidina, un antiséptico muy eficaz para controlar la pericoronaritis y evitar que la infección se agrave.
Tratamiento con medicación
Si la infección está más avanzada, el dentista puede recetar fármacos para controlar los síntomas y frenar la pericoronaritis. Lo más común es usar:
- Antiinflamatorios, para bajar la inflamación de la encía y reducir el dolor.
- Antibióticos, cuando la infección es más seria o hay riesgo de que se extienda.
- Analgésicos, que ayudan a aliviar las molestias durante los primeros días.
Cirugía menor de la encía
Cuando la pericoronaritis aparece de manera recurrente, una opción es eliminar el trozo de encía que cubre parcialmente la muela. Con esta pequeña intervención se elimina el espacio donde se acumulan bacterias y restos de comida, y tras ello se esteriliza todo el material en autoclaves, reduciendo así el riesgo de que la infección vuelva a aparecer.
Extracción de la muela del juicio
n los casos en los que la muela está mal colocada o no tiene espacio para salir, el tratamiento más efectivo contra la pericoronaritis es extraerla con ayuda de un micromotor de cirugía. La extracción se suele hacer cuando la infección ya está controlada, ya que operar sobre una zona muy inflamada resulta más complicado y molesto.
Cuidados en casa tras el tratamiento
El tratamiento de la pericoronaritis no termina en la consulta. Para que la recuperación sea rápida y sin complicaciones, el dentista suele dar recomendaciones como:
- Mantener una higiene bucal cuidadosa, insistiendo en la zona posterior de la boca.
- Usar enjuagues antisépticos durante los días indicados.
- Evitar comidas muy duras o calientes que puedan irritar la encía.
- Acudir a las revisiones para comprobar que la curación va bien.
¿Cuánto dura la pericoronaritis?
Una de las primeras preguntas que surgen cuando aparece una pericoronaritis es cuánto dura y cuánto tiempo se tarda en recuperarse. La realidad es que no hay una respuesta única, ya que depende de lo avanzada que esté la infección, del tratamiento que se aplique y de cómo responda cada persona.
Aun así, con la atención adecuada, lo normal es que los síntomas mejoren en pocos días.
Duración de los síntomas en casos leves
Cuando la pericoronaritis se detecta pronto y el dentista limpia bien la zona afectada, la inflamación de la encía suele bajar en tres a cinco días.
El dolor mejora casi de inmediato tras la limpieza y, si se siguen las recomendaciones de higiene, la recuperación completa suele llegar en menos de una semana.
Recuperación en casos moderados o graves
Si la pericoronaritis está más avanzada y necesita antibióticos, el proceso es algo más largo. El dolor y la inflamación empiezan a disminuir normalmente a los dos o tres días de iniciar la medicación, aunque la curación total puede tardar entre una y dos semanas.
Cuando el problema requiere la extracción de la muela del juicio, la recuperación dependerá de la cicatrización, que puede alargarse varias semanas.
Factores que influyen en el tiempo de recuperación
La duración de la pericoronaritis no es igual en todos los casos. Algunos factores que marcan la diferencia son:
- El estado de salud general y las defensas del paciente.
- El grado de inflamación de la encía y la extensión de la infección.
- La posición y el estado de la muela del juicio.
- El cumplimiento de las pautas de higiene y tratamiento indicadas por el dentista.
Cuando la pericoronaritis se repite
En algunas personas, la pericoronaritis no aparece solo una vez, sino que se repite cada cierto tiempo, sobre todo si la muela del juicio sigue semioculta bajo la encía.
En esos casos, la solución más efectiva suele ser una pequeña cirugía en la encía o la extracción de la muela, para evitar que la infección se convierta en un problema recurrente.
Cómo prevenir la pericoronaritis
La pericoronaritis aparece con mucha frecuencia cuando las muelas del juicio empiezan a salir, pero en la mayoría de los casos puede evitarse con buenos hábitos de higiene y revisiones periódicas en el dentista.
Prevenirla no solo ayuda a librarse del dolor y la inflamación, también evita complicaciones más serias que afectan a la salud de toda la boca.
Hábitos de higiene bucal diaria
La mejor forma de reducir el riesgo de pericoronaritis es mantener una higiene rigurosa. Conviene:
- Cepillarse bien después de cada comida, poniendo atención extra a la parte posterior de la boca.
- Usar hilo dental o cepillos interdentales para eliminar restos que el cepillo no consigue sacar.
- Complementar la limpieza con enjuagues antisépticos, especialmente en la etapa en la que las muelas del juicio están erupcionando.
Revisiones dentales regulares
Acudir al dentista de forma periódica es fundamental. En estas revisiones se puede comprobar si las muelas del juicio tienen espacio suficiente o si ya existe inflamación en la encía.
Además, el profesional realiza limpiezas más profundas con instrumental dental especializado y da consejos personalizados para prevenir la pericoronaritis.
Extracción preventiva de las muelas del juicio
Cuando una muela del juicio está mal colocada o no tiene sitio para salir, el dentista puede recomendar extraerla antes de que dé problemas. De esta forma, se evita que la pericoronaritis se repita una y otra vez y se gana en salud bucal a largo plazo.
Cuidados extra para mantener las encías sanas
Además de la higiene y las revisiones, hay otros factores que ayudan a reducir las probabilidades de tener pericoronaritis:
- Seguir una dieta equilibrada que refuerce las defensas.
- Evitar el tabaco, que retrasa la cicatrización y empeora la inflamación de las encías.
- Controlar el estrés, ya que puede debilitar el sistema inmune y favorecer infecciones.
Conclusión: cómo actuar frente a la pericoronaritis
En Suministros Dentales Antón sabemos que la pericoronaritis es un problema muy frecuente cuando aparecen las muelas del juicio y que, si no se trata a tiempo, puede complicarse más de la cuenta. Contar con la información adecuada es la mejor manera de reconocerla, entender por qué surge y saber cómo afrontarla antes de que vaya a más.
Lo esencial sobre la pericoronaritis
- La pericoronaritis aparece normalmente porque una muela del juicio no termina de salir y la encía que la cubre se inflama.
- Los síntomas más habituales son dolor, hinchazón, mal aliento y dificultad para abrir la boca con normalidad.
- Un diagnóstico temprano en el dentista es clave para aplicar el tratamiento correcto y evitar complicaciones.
- El tratamiento puede ir desde una limpieza y el uso de colutorios hasta medicación o la extracción de la muela del juicio.
- La mejor prevención es mantener una buena higiene y acudir a revisiones periódicas.
Por qué es importante consultar al dentista
Dejar pasar los síntomas de la pericoronaritis solo empeora la situación. Cuanto antes se actúe, más sencillo será el tratamiento y menos molestias generará. Ir al dentista en cuanto aparecen las primeras señales es la forma más segura de evitar que la infección avance.
Nuestro compromiso como Suministros Dentales Antón
En Suministros Dentales Antón trabajamos cada día para que los profesionales de la odontología dispongan de los mejores productos y materiales dentales a la hora de tratar la pericoronaritis y otras infecciones bucales. Nuestro objetivo es facilitar su labor y garantizar que los pacientes reciban siempre una atención eficaz y de calidad.